· Reunificación

Todo era consecuencia de que la estrategia de ubicación y supervisión jamás se evaluaron. Arriba el paraíso, abajo el infierno y al medio la tierra. Básicamente es la estructura de todo conglomerado, y naturalmente habrá intenciones de ascender o permanecer según convenga. Todos lo sabían, y los de arriba no tenían interés en subir al resto, y los de en medio, ellos estaban bien si no caían. Los infernos eran los más disconformes. Si bien habían cometido errores, ya conociendo la oscuridad más profunda, pensaban que merecían una oportunidad porque de otra forma la existencia infernal carecía de sentido. Ignoradas sus plegarias se decidieron por el suicidio masivo. Aunque a largo plazo, tal acto constituye una secuencia con un único fin. Muertos en el inframundo, la tierra absorbería sus pecados y éstos llegarían a la superficie. Los mortales, que vivían de la tierra, se alimentarían de ellos e incluso los usarían como herramientas para el progreso. Vivirían del mal, en el mal y eso ya era casi el infierno. Desde luego, infernar el mundo medio tampoco tenía mucho sentido. Miraban más arriba. Ya casi funcionaba. Todo el mal sembrado había golpeado la primera capa del cielo dejándola agujerada. De vez en cuando cae un ángel. Pronto sería todo el paraíso.