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2011-02-14

· El uno para el otro (2 veces)

· Danza de amor eterna
Yo navegaba sola hasta que te encontré; antes de no creía en al amor a primera vista, tampoco en su cualidad de eterno (o hasta el fin, que es lo mismo). Pero tu cuerpo sutilmente geométrico de hermosos colores y su brillo y atracción, y tu baile, me volvieron lunática. Me advertiste: “tengo ratos de luz”; pero estaba bien porque yo tengo mi lado oscuro. Y aunque nos comprometimos me inmiscuyo a veces diurna, nada más porque no me resisto, porque a cualquier luz eres bella, porque te encanta y ruboriza de halago. Y porque me comen las ansias de esperar cada noche para danzar suavemente y abrazarte a cada marea.



· El uno para el otro
Primero llamaste mi atención. Aparecías en todos lados: en el trabajo y a tiempo en la cafetería, en las tardes de parque y las horas de biblioteca, y “casualmente” por mis amigos nos conocimos. Luego me enamoraste, ¿recuerdas?, aquella noche junto al lago bajo la luna llena reflejada en el agua, bailando en armonía con la naturaleza y ambientados por las luciérnagas, con tu beso sabor canela. Después ambos aceptamos el amor eterno: hasta que la muerte nos separe. Y vivimos felices por un buen tiempo. Enton-ces iniciaste con las mentiras, le siguieron las discusiones, los desacuerdos, el imposible estar juntos. Te fuiste con alguien más… ¡en mi auto! Y es que nunca te ha gustado lo fácil; y a mí encantan los retos.


14 comentarios:

Un tipo dijo...

Bien, vuelvo a ratos. En sí el par de semanas (que pienso como meses) de escuela no han sido pesadas, pero el insomnio por la madrugada y el sueño por la tarde y las tareas por las noches me han hecho casi imposible leerlos. Me pondré al corriente conforme haya espacio.

Aunque no lo planeé, estos dos quedaron el día de San Valentín. Así que va para ustedes: ¡feliz fía!

Camaleona dijo...

A veces nos dedicamos a complicar el amor eterno.

Maite dijo...

Dos relatos que son bien distintos, las dos caras del amor, dos realidades, dos maneras de vivir un mismo sentimiento. Un abrazo.

Malena dijo...

El enamorado de la luna es maravilloso.
Y el otro es tan real que duele.

Lola Sanabria dijo...

Amor, ese sentimiento que nos hace y deshace, según cuándo, cómo y con quien.

Besos amorosos.

johnny dijo...

Por tus escritos está claro que el romanticismo no esta reñido con la curseleria. Un abrazo

Xaj dijo...

Es que ya nos olvidamos de lo que jamás podía morir.

Saludos, che.

Irredento Urbanita dijo...

Estaba claro que eran el uno para el otro, todos los amores eternos acaban así, en una eterna discusión y en una eterna partida.

Un abrazo

Valery

[Barcelona Daily Photo]

María dijo...

Me acordé de tí cuando las lanzas me herían, y de los blancos sables goteaba mi sangre
Quise besarlos porque ... brillaban como tu sonriente boca
Nos vemos ...

Larisa dijo...

Insisto en que la Luna está cansada de ser el amor de todos. Un día se venga. Al tiempo.

Un tipo dijo...

@Camaleona: parece labor humana, en todos los campos. u_u

@Maite: ¡Y las que faltan!

@Malena: gracias, :). La luna es hermosa y la realidad... se dice que cruel.

@Lola: bien dicho usted. :]

@Johnny: qué observador es usted. Debo prepararme a sus opiniones, jajá.

@Xaj: a veces, incluso su existencia se olvida.
Qué extraño eso de vivir en recuerdos.

@Urbanita: jajá, me recordaste a varias películas. Me gustó tu comentario. :)

@María: gracias por las hermosas palabras. :]

@Larisa: jajá, pero ella era la amante en esta ocasión. ¿Buscará venganza? :SS

J. Andrés H. dijo...

No mames. La minificción es definitivamente lo tuyo. Si estuvieras en mi clase de Español del semestre pasado (de haber estado) probablemente la profra. te hbubiera llevado hasta su trabajo (se especializaba en ello). Me gusta lo que haces porque igual he buscado hacerlo. Unos lo llaman invención Varia; otros, minificción. Yo diría que esto es la verdadera poesía en prosa, que no es un subgénero de la poesía, sino un estilo propio de la narratividad donde la poesía juega su ambiguo poder hegemónico para corromper al lector de prosa como si ésta sólo narrara. Aparte de Alfonso Reyes y Julio Torri... hace tiempo que no leía algo tan deliciosamente corto.

J. Andrés H. dijo...

ah, diré que el segundo me sonó trillado y cursi al comienzo... pero culminó como Los Grandes. Ese juego es el que hace tu obra especial: atópica.

carmeloti dijo...

No creo en el amor sin espinas, ni en alguien que me profesa amor eterno, me gusta llevar al límite, me hace explotar en llamas la tensión de lo perdido, podría ser dulce, apasionada y estable... pero no, soy voltaicamente sentimental y suelo comer chicles de canela.

Prefiero echar de menos que tenerte de más en la vida.

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